Las experiencias que adquirimos en el transcurso de nuestras vidas relatan mucho de las personas que somos. El tiempo que decidimos invertir en nuestros intereses es una decisión que no debemos tomar al azar. Debido a que es este tiempo el que nos desarrollará y nos preparará para ese camino, para la gran excursión de la vida.
Más allá de relatarles que estas semanas en la agencia han sido gratificantes y de mucha enseñanza, pues siempre he encontrado cierta satisfacción en el reto de hacer las cosas bien y demostrar mi potencial; más allá, quiero hablar del miedo. El miedo a fallar, el miedo a que me fallen y el miedo que sentimos a lo desconocido. El confiar en seis personas de las que jamás había escuchado no es algo sencillo. A eso le podemos sumar la responsabilidad de poder realizar tu trabajo efectivamente, la tensión de que te están evaluando, el tener que cumplir con un proyecto mayor y a la vez no quedar mal en tus responsabilidades universitarias. Sin embargo, debo decir que ha sido una sorpresa positiva el que mi equipo demostrara que somos un conjunto que cualquier agencia se sentiría orgullosa de tener. Puedo especular que son las ganas de ser grandes lo que nos motiva. Las ganas de que al salir de aquí lo hagamos siendo los profesionales que aspiramos ser. Esto es lo que realmente me ayuda a manejar ese miedo, esas ansias de practicante; el tener una buena comunicación y llegar acuerdos efectivos entre la gente que me rodea.
Puedo afirmar que este programa es adecuado para profesionales en formación, y no lo digo porque fui aceptada y nos tratan bien. Lo digo porque íntegramente puedo afirmar que nos ayuda a adquirir las destrezas que demandan nuestro campo laboral, a retarnos y a enfrentar nuestros temores. Asimismo a empujarme a ser más organizada y a tener una visión aún más amplia. Es imperativo agradecer la confianza y la disposición de la agencia al recibirnos. Como también el ofrecer un espacio donde puedo invertir mi tiempo en la formación de mi vida, en las experiencias que me convertirán en el ser que aspiro.
Darliz Quintana Santiago es una joven universitaria con grandes ganas de convertirse en una excelente profesional. Culmina sus cursos de bachillerato en Relaciones Públicas y Publicidad, segunda concentración en Educación en Historia y Grado Asociado en Diseño Gráfico en diciembre 2015. En su tiempo libre demuestra un gran interés por las artes y diversas causas sociales.